Roland Garros es el templo sagrado del tenis sobre tierra batida. Año tras año, solo los jugadores más resistentes física y mentalmente logran imponerse en un torneo que exige precisión, estrategia y carácter. A lo largo de su historia, este Grand Slam ha visto desfilar a campeones legendarios que han dejado una huella imborrable en la arcilla parisina.
En este ranking te presentamos el Top 5 de los tenistas con más títulos individuales en Roland Garros, una lista donde se mezclan mitos históricos con figuras contemporáneas. Porque conquistar París no es para cualquiera, y estos nombres lo han hecho más de una vez.
Top 5 tenistas ganadores de Roland Garros
Henri Cochet – 4 títulos
Henri Cochet fue uno de los grandes referentes del tenis francés en los años 20 y 30, e integrante de los legendarios «Mosqueteros». Su estilo elegante, habilidad en la red y versatilidad lo llevaron a ganar cuatro títulos individuales en Roland Garros.
Cochet fue un maestro de la improvisación y supo adaptarse a las condiciones cambiantes de la tierra batida con una facilidad sorprendente. Su legado ayudó a consolidar el prestigio del torneo en sus primeras décadas, y aún hoy es recordado como uno de los grandes pioneros del tenis mundial.

Björn Borg – 6 títulos
El sueco Björn Borg revolucionó el tenis con su juego desde el fondo de la pista, su fortaleza mental y su físico impecable. Ganó seis veces Roland Garros, dominando por completo la arcilla parisina durante gran parte de los años 70 e inicios de los 80.
Borg era casi imposible de quebrar emocionalmente. Su capacidad para resistir y devolver cada bola con precisión milimétrica lo convirtió en un icono. A día de hoy, sigue siendo uno de los tenistas más admirados de todos los tiempos y su legado en Roland Garros es eterno.

Chris Evert – 7 títulos
La estadounidense Chris Evert fue la reina de la regularidad y la consistencia. Conquistó siete títulos individuales en Roland Garros, récord absoluto en la rama femenina del torneo. Su juego desde el fondo de la pista y su sangre fría la hacían casi invulnerable sobre arcilla.
Evert tenía una precisión quirúrgica y una mentalidad ganadora que le permitió dominar la tierra batida durante más de una década. Su estilo fue el modelo a seguir para generaciones enteras de jugadoras, y su marca en Roland Garros aún no ha sido igualada por ninguna mujer.

Max Decugis – 8 títulos
Quizás no tan conocido por el gran público actual, Max Decugis fue un auténtico gigante del tenis en sus inicios. Entre 1903 y 1914, ganó 8 títulos individuales en Roland Garros, cuando el torneo se conocía como el «Campeonato de Francia» y solo permitía la participación de jugadores franceses o residentes.
Decugis dominó durante más de una década con un estilo técnico y ágil, muy adelantado a su tiempo. Si bien las condiciones eran distintas a las actuales, su dominio fue absoluto en aquella era pionera del tenis.
Su nombre figura con justicia entre los más laureados de la historia del torneo.

Rafael Nadal – 14 títulos
No hay discusión posible: el rey absoluto de Roland Garros es Rafael Nadal. Con 14 títulos individuales, el español ha hecho de la Philippe-Chatrier su segunda casa y de la tierra batida su hábitat natural.
Desde su debut en 2005, Nadal ha construido una historia única en París, ganando partidos épicos y manteniendo un porcentaje de victorias prácticamente perfecto. Su físico, su mentalidad competitiva, su topspin letal y su capacidad para reinventarse han sido clave para mantenerse en la cima durante casi dos décadas.
Su legado va más allá de los números: Nadal ha elevado el nivel de exigencia del torneo y ha inspirado a millones de aficionados. Roland Garros es Nadal, y Nadal es Roland Garros.

Conclusión
La historia de Roland Garros está escrita con esfuerzo, talento y pasión. Estos cinco tenistas no solo acumularon títulos, también marcaron épocas, estilos de juego y emociones inolvidables. Desde los pioneros como Max Decugis y Henri Cochet, hasta el dominio total de Rafael Nadal, cada uno representa una etapa distinta pero igualmente gloriosa del torneo parisino.
Y aunque nuevos talentos seguirán apareciendo, estos nombres ya son eternos en la memoria de la arcilla roja de París.
